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nublado

Dios quiere hablarnos

Por Guillermo Maldonado

Dios desea comunicarnos sus planes y propósitos para nuestra vida.
La comunicación es parte de su ser. La naturaleza de Dios es hablar con su creación.

¿Cuáles son las tres grandes voces en el mundo?

En un mundo de tinieblas y oscuridad, tenemos que aprender a conocer y a discernir las tres diferentes voces, y a tomar decisiones correctas basadas en la voz de Dios, únicamente.

1. La voz de nuestro espíritu. Esta voz es la que en la Biblia se denomina como la conciencia. Es parte de nuestro espíritu y, además, nos enseña a discernir entre el bien y el mal.

"'Por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres". Hechos 24.16

2. La voz del diablo. Así como Dios habla a su pueblo, también el enemigo habla; y trata de imitar la voz de Dios, con el propósito de engañarnos. He visto muchos creyentes engañados por el enemigo porque nunca han aprendido a discernir las tres diferentes voces.

3. La voz de Dios. El Señor nos puede hablar de diferentes maneras, y una de ellas es por medio de su Espíritu Santo. La mayoría de las veces, cuando el Espíritu Santo nos habla directamente, es porque Dios quiere comunicarnos algo demasiado importante, ya sea de vida o muerte, un llamado ministerial o cualquier otra cosa de gran revelación para el Reino.

¿Cómo podemos discernir estas voces?
Hay muchos creyentes que me dicen: Pastor, ¿cómo puedo saber cuándo es la voz del diablo, la voz de Dios o la voz de mi espíritu que me habla? Esto, usualmente, sucede cuando las personas no están familiarizadas con la voz de Dios. Veamos la siguiente ilustración:

En el sistema de radio, por ejemplo, existen varias frecuencias radiales: SW, AM, FM y FM estéreo.

• Frecuencia SW u onda corta. Hay que tener una antena especial para poder oírla, ya que tiene más interferencia que la frecuencia AM. Regularmente, la mayor parte de las frecuencias de onda corta son de larga distancia, y por esa razón, no se oyen bien.

• Frecuencia AM. En general, tiene una pequeña interferencia por las noches, y a veces, no se puede oír con claridad.

• Frecuencia FM. Es más clara y nítida que las anteriores, pero todavía tiene un poco de interferencia o ruido.

• Frecuencia FM estéreo. Es la más nítida de todas. Se escucha clara, y algunas veces, parece que la persona nos está hablando de cerca o al frente de nosotros. Esta frecuencia no tiene ninguna interferencia.

De la misma manera que hay niveles de frecuencia en el sistema de radio, así también hay muchos creyentes que oyen a Dios en diferentes frecuencias. Algunos no pueden oírlo muy claro, otros lo oyen mejor, pero con interferencia, y otros saben oír la voz de Dios, claramente.

¿Qué ejercicios espirituales se deben practicar para oír mejor la voz de Dios?

• El ayuno y la oración. El ayuno crea gran sensibilidad en nuestro espíritu para oír la voz de Dios.

• El orar abundantemente en el espíritu. Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu se edifica y se desarrolla. Procure orar una hora en lenguas o en el espíritu todos los días, y después de cierto tiempo, algo le sucederá a su espíritu; se volverá sensible a la voz del Señor.

•Meditar en la palabra de Dios. El meditar la Palabra crea sensibilidad a la voz de Dios. Tome un versículo de la Biblia diariamente y medítelo, háblelo, susúrrelo para sí mismo y empezará a ver resultados.

El poder discernir las tres voces viene como resultado del cumplimiento de dos condiciones:

• Madurez espiritual. Una señal de madurez espiritual se da cuando el creyente es guiado por el Espíritu Santo. El creyente maduro ha llegado a conocer con claridad la voz de Dios.

"Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios". Romanos 8. 14

• El uso. Cuando continuamente estamos utilizando los sentidos para oír al Señor, logramos discernir la voz de Dios. Cualquier don espiritual es desarrollado cuando lo usamos o lo practicamos a menudo.

El alimento sólido es para los que han alcanzado madures para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal". Hebreos 5. 14

Cuando nos ejercitamos continuamente en oír la voz de Dios, vamos creciendo, nos familiarizamos con su voz y podemos decir como Jesús dijo en Juan 10.27:

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Escuchar la voz de Dios, es un ejercicio que debemos practicar de continuo para poder desarrollar la capacidad de discernir su voz de las otras voces. El hombre fue creado para oír la voz de Dios, y por esta razón, debería ser fácil para los creyentes oír su voz a menudo.

¿Cuál es la clave fundamental para oír la voz de Dios?

• Estar dispuesto a obedecer.

Una de las razones por las cuales Dios deja de hablarle a muchos creyentes, es porque no están dispuestos a obedecer. Muchos me dicen: "Pastor, Dios a mi no me habla". Si éste es su caso, antes  de  decir  esto,  pregúntese  cuándo  fue  la última vez que el Señor le habló y usted no hizo lo que   El le   pidió.   Cuando   la   identifique, arrepiéntase,  pida  perdón  a  Dios,  y  verá  que pronto,  él  le  volverá  a  hablar.  Cuando  somos obedientes, Dios nos habla.

La palabra obediencia implica dos cosas en el griego: "akouo" que significa oír para obedecer, y "bupakouo ", que significa persuadir, escuchar, oír para hacer. En esencia,  obediencia  es  oír  con  oídos  espirituales  y poner por obra lo que Dios nos ordene hacer.

Algunas veces, Dios nos pedirá hacer cosas que van en  contra  de  nuestro  razonamiento,  que  no  serán fáciles de hacer, pero tenemos que estar dispuestos a obedecer, a pesar del lugar, las circunstancias o las personas. Si deseamos oír su voz, la obediencia es la clave para lograrlo. En mi caso, prefiero equivocarme pensando que estoy obedeciendo a la voz de Dios, que quedarme estático sin hacer nada. (extracto del libro "Como oir la voz de Dios)

 

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