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Enfocarse en el Reino

Pastor César Castets

A medida que maduras, que creces, tu carácter va siendo formado. De esto depende que tu cosecha sea rápida o lenta.

Lectura - Génesis 1:11

¿Qué cosas debemos hacer para cosechar el doble?

Estos son tiempos en que Dios nos ha prometido grandes cosechas, pero hay principios para aplicar para que esas cosechas la podamos alcanzar en poco tiempo.

Primero tienes que aprender a ejercer autoridad, así vas a tener cosecha, si no tienes autoridad no vas a poder alcanzar la cosecha que Dios te ha dado y ha establecido desde antes de la fundación del mundo.

1. La cosecha va a ir de la mano de mi madurez

La cosecha siempre la obtiene la persona que es madura de carácter.

A medida que maduras, que creces, tu carácter va siendo formado. De esto depende que tu cosecha sea rápida o lenta.

Dice la Biblia que cuando un heredero es niño no puede manejarse solo sino que recién cuando es adulto, cuando es grande, cuando cumple la mayoría de edad puede manejar la herencia que ha recibido.

Esto significa que mientras seas un niño espiritual no podes disfrutar de la herencia enteramente. En la antigüedad al heredero que era pequeño le ponían dos tipos de personas al lado, uno era el administrador de sus bienes. Esta persona le decía al niño que es lo que debía hacer. El niño necesitaba a alguien que le administrara la herencia. Cuando eres inmaduro, cuando eres como un niño, necesitas alguien a tu lado que te esté ayudando y acompañando.

También le ponían una segunda persona, el tutor. Esta persona lo controlaba, le decía a qué hora debía llegar, que es lo que debía hacer, a donde tenia que ir. Mientras seamos inmaduros, mientras seamos niños espirituales, no vamos a poder administrar la gran herencia que tenemos de parte de Dios para nuestra vida.

El secreto está en poder madurar, en que nuestro carácter sea un carácter maduro, dejar de ser niños para poder ser administradores. Mientras seas niño no vas a poder disfrutar ni administrar la herencia de Dios para tu vida.

Hay gente que se pregunta por qué Dios no la bendice, por que Dios no le da más, por qué todos prosperan y ellos no. Lo que tendrían que preguntarse es "¿He madurado lo suficiente para ser un administrador y no necesitar a alguien para que me ayude?". Esa gente no recibe lo nuevo de Dios porque Dios ve que no están preparados, no han madurado lo suficiente y siguen siendo niños, a los cuales les pone tutores, administradores, encargados.

2. En tu interior está la gloria de Dios

Dice la Biblia en el Antiguo Testamento que la gloria de Dios  (La misma presencia de Dios)  estaba en un cofre de oro, era el Lugar Santísimo, ahí mismo estaba guardada la presencia de Dios, nadie podía tocarla. Sólo una vez al año el Sumo Sacerdote podía entrar, y cuando lo hacía entraba con campanitas atadas a su cuerpo y con una soga atada a su tobillo. ¿Sabes porqué? Porque si él estaba en pecado caía fulminado por la presencia de Dios en ese mismo instante. Sólo con manos limpias y en santidad podía entrar. La gloria de Dios, su presencia, en el Antiguo Testamento era solo para unos pocos, pero cuando Jesús vino a la tierra, murió en la cruz y resucitó, esa gloria está destinada para todos nosotros.

En Juan 17:22 dice " La gloria que me diste, les he dado".

O sea que cuando Jesús vino, la gloria que estaba en él fue transmitida nosotros, a la iglesia.

Para poder cosechar el doble de lo que tienes, debes vivir una vida enfocada.

Vamos a ver en qué cosas debemos enfocar nuestra vida para poder ser personas prósperas y bendecidas doblemente.

3. Debemos enfocar nuestras vidas en el Reino de Dios

Si nos desenfocamos de lo que Dios quiere, nos perdemos la bendición. Vivir enfocados significa hacer primero lo primero, y no primero lo segundo.
La Biblia dice "Buscad primero el reino de Dios y su justicia y lo demás será añadido". Entonces si buscas la justicia del Reino de Dios estás enfocado en lo correcto y lo demás es secundario.

Muchas veces nos enfocamos en lo secundario: en los problemas, en el trabajo, en la plata, en los problemas familiares, en los problemas de salud. Si enfocamos nuestra vida en el reino de Dios, todo lo demás que necesitamos Dios nos lo dará por añadidura. Esa es la promesa de Dios.

4. Debemos enfocar nuestras vidas en la cosecha 

Los judíos sembraban a lo largo de todo el año diferentes semillas, es decir que cosechaban también a lo largo de todo el año. Dios quiere que tu vida sea de la misma manera, que te enfoques en la cosecha correctamente, podrás tener la cosecha que tu mismo determines. Otra cosa que nos muestra la Biblia es que las cosechas estaban ligadas de manera muy fuerte con las fiestas más importantes de los judíos: la pascua estaba relacionada íntimamente con la cosecha de cebada, y la fiesta de Pentecostés estaba relacionada con la cosecha de trigo. O sea que “fiesta” y “Cosecha” tienen una intima relación en el Reino de Dios.

Dios quiere que tú puedas vivir una vida de continua cosecha y una vida de continua fiesta, el Reino de Dios tiene que ser alegría, gozo, paz, felicidad. Dios no quiere sufrimiento para tu vida, tu cara tiene que reflejar que estás en el Reino de Dios, y que estás en una fiesta.

Jesús cuenta por medio de una parábola que había un hombre que se tenía que ir de viaje, les dejó a sus siervos diferentes cantidades de dinero, al último le dejó un solo talento, y este último lo que hizo fue mantener lo que su amo le había dado.

Algunos cristianos tienen la actitud de mantener, pero Dios no bendice la actitud de mantener, Dios bendice la actitud de multiplicación. Fuiste hecho a imagen y semejanza de Dios, y Dios es un Dios que multiplica no que mantiene.

5. Mantener no te sirve de nada.

Al primer siervo le dejó cinco talentos, cuando el amo volvió le preguntó que es lo que había hecho, el siervo le contestó que ahora tenia 10 talentos. Entonces el amo le dijo “Bien, buen siervo y fiel, en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré’.

Debemos enfocarnos en el sueño que Dios puso en nuestras vidas

Dios es un “Dios de sueños”, él soñó con crear al hombre y lo creó, soñó con crear todo el universo y lo creó. Dios ha puesto en nosotros el deseo de alcanzar cosas, somos hechos a imagen y semejanza de Dios, y Él es un Creador.

Los sueños que Dios trae a nosotros son todos diferentes, y tu vida va a ser lo que tú determines ser. Si te determinas a alcanzar el propósito de Dios, lo vas a alcanzar. Él te da toda la fuerza y la autoridad para que tú avances, quiere que cada día puedas recordar y ver tu sueño. Que lo tengas presente siempre.

Todos los grandes hombres de Dios que la Biblia nos muestra tenían sueños grandes en su interior. De la misma forma que había grandes sueños también había personas puestas por el enemigo para que esos sueños no llegaran al cumplimiento. Alrededor tuyo puede haber personas que estén tratando de frenarte y que esos sueños no tengan un efectivo cumplimiento. Tienes que fijarte quienes te ayudan a conquistar tu sueño y quienes estorban en medio del proceso que llevas adelante en la búsqueda de hacer realidad tu propósito.

Tienes que caminar con aquellos que van a serte de bendición, no con aquellos que tienen objetivos totalmente diferentes de los tuyos. Dios hace acepción de actitudes no de personas, no tienes que discriminar a la persona sino las actitudes que ellas tienen.

6. Debemos enfocarnos en el dar

Si no siembras, no cosechas. Tu cosecha está escondida en tu semilla. Para que tu semilla se convierta en una gran cosecha, debes sembrar primero.

Para bendecirnos a nosotros Dios estableció un pacto, dijo: el diezmo y el dinero de mi pueblo va a ser semilla que les va a asegurar grandes cosechas.

Lo que tú necesitas es eso que tienes que sembrar. Necesitas dinero, sembra dinero. "Pastor pero a mi nadie me quiere, nadie me ama": Siembra amor.

Siembra lo que tienes, y siembra lo que necesitas, y Dios va a traer prosperidad y abundancia en tu vida.

Dios quiere darte el doble, quiere darte una gran cosecha, Dios quiere que apliques estos principios para que tu vida sea bendecida.

Dios quiere que busques la madurez, busques enfocarte en lo que es verdaderamente importante en el Reino de Dios, que enfoques tu vida en la cosecha, en el dar, en el sueño que Él puso en tu corazón.

Cuando Dios creó el mundo dice que puso hierba verde que es el símbolo de la vida, puso hierba que daba semilla, que era utilizada para sanar, representa la salud, y puso árboles que daban fruto, que simboliza la prosperidad.

7. Vida, salud y prosperidad es lo que Dios quiere para tu vida.

Cuando Dios creó al hombre en el Edén puso esas semillas de abundancia, de buscar más, de prosperar, de crecer.

Dios ha puesto en ti lo mismo, y lo hizo para que puedas tener una gran cosecha.

La promesa de Dios es que Él da pan al que come y semilla al que siembra. Nunca digas no tengo nada para sembrar, porque siempre vas a tener algo para dar, porque Dios es fiel a su palabra, siempre hay algo para sembrar:  amor, alegría, paz, un abrazo, una bendición, un saludo.

Dios va a activar en ti una unción de prosperidad como nunca antes, Dios te va a revestir de poder para que puedas aplicar estos principios y alcances la gran cosecha que tiene preparada para tu vida.

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