Volver a los temas de Palabras de Aliento

nublado

"Estar inspirado"

Por Bernardo Stamateas

Una de las cosas que hace a una persona indestructible es estar inspirado, motivado, entonces nadie podrá detenerlo.

Mateo 20: 1- 14

Se ha comprobado que una persona inspirada aumenta su rendimiento en un cuarenta por ciento. El 80 % de la gente inspirada nunca abandona una organización; vive con menos enfermedades y es más eficaz en todo lo que hace.

Uno de los problemas con los que nos enfrentamos en la actualidad, es que la gente está deprimida, angustiada, triste, apática. Los jóvenes necesitan tomar bebidas energizantes y encerrarse a saltar toda la noche porque buscan ser inspirados. Cuando no es inspirada, la persona busca emoción y, aunque el tiempo de duración sea breve, por lo menos siente algo.

Principios para vivir inspirados.

La persona que está inspirada es indestructible; por eso debes aprender a vivir inspirado. Nadie tiene que inspirarte, debes hacerlo vos mismo. No le eches culpas a otros por no motivarte, por estar aburrido, vos mismo lo tenés que lograr.

Tu espíritu se da cuenta cuando Dios preparó una palabra para vos.

Jesús dijo: “Lázaro, sal fuera de la tumba”. Era un nombre común, como llamarse Pedro o Juan, muchos Lázaros estaban muertos, pero uno sólo sabía que ese llamado era para él, y se levantó.

Tu espíritu conoce cuando una palabra es para vos, aunque sea dirigida a mucha gente.

¿Cómo vivir inspirado sin necesitar energizantes ni antidepresivo para seguir adelante

1º Decidir ser feliz, a pesar de las circunstancias.
Para ser feliz no necesito salirme con la mía ni tener razón siempre; puedo ser feliz aunque no haya silla para sentarme, aunque tenga que pagar un impuesto y hacer dos cuadras de cola; aunque alguien me trate mal, porque no depende de cómo salgan las cosas sino que puedo ser feliz a pesar de todo.

El pastor Joel Osteen, de la iglesia más grande de Estados Unidos, es el hombre que Dios más ha levantado en estos tiempos y también es el más criticado. Cuenta que fue a predicar a un lugar y tomó una avioneta pequeña, junto a un grupo de personas que lo acompañaron. Ya en viaje, quiso abrir una mesita que hay en el avión para escribir y no pudo hacerlo, le pidió ayuda a sus compañeros y nadie pudo abrirla, entonces se enojó mucho por eso. Al aterrizar, le dijo a uno de los dueños del avión acerca del contratiempo vivido, a lo que el hombre le respondió: esa no es una mesa, es la puerta de emergencias, si usted la hubiera abierto estaría muerto. Cuando Dios no te abre una puerta es porque te está cuidando.

Luego de cuatrocientos años de esclavitud, Israel salió de Egipto a la Tierra Prometida , era un viaje de once días de camino, pero tardaron cuarenta años por quejarse. No había enfermos entre ellos, salieron millonarios de Egipto, su ropa y calzado crecían sobrenaturalmente, tenían maná y carne del cielo, pero se quejaban. De noche una columna de fuego los calentaba y guiaba, durante el día era una nube la que los protegía del calor del sol, pero se quejaron. Tardaron cuarenta años por no ser felices en el camino que atravesaban.

Aprendé a disfrutar, sé feliz donde estés. A veces Dios dirige nuestros caminos para bendecir a otros.

En otra oportunidad, Osteen fue a un restaurante y como había mucho tiempo de espera se enojó y se fue a un local de comidas rápidas. El hombre que lo atendió lo miró a los ojos, sorprendido. Semanas después ese hombre comenzó a congregarse en su iglesia y le dijo: “Pastor cuando usted me pidió la hamburguesa, me miró con una mirada ungida que sentí que Dios me estaba invitando a regresar”. Y el pastor dijo: Yo lo miré naturalmente, le pedí una hamburguesa porque tenía hambre, pero él sintió que lo miraba con la unción de Dios.

Enseñanza: Dios te va a dirigir, a veces te desviará del camino para bendecir a otro, por eso, sé feliz donde estés.

Jesús le dijo a sus discípulos: “Vamos al barco y pasemos al otro lado”. Cuando subieron, Jesús se durmió y se desató una tormenta. Los discípulos se desesperaron y comenzaron a gritar:”Señor… ¡la tormenta!” y Jesús les respondió: “Tranquilos…, yo les dije que pasaríamos al otro lado”, entonces le habló a la tormenta:”Cállate”, y volvió a dormir.

Es que, cuando tenés una palabra de Dios que te llegará al otro lado, sé feliz, disfrutá de la vida, aunque las cosas no salgan como habías pensado.

Dios no te hará infeliz para hacer feliz a otro, no quiere que sacrifiques tu felicidad, quiere que seas feliz donde estés, en las buenas y en las malas, y que aprendas a celebrar todo, porque al final terminarán para bien.

Sacate todas las cargas. Las cargas nos estresan, enferman, destruyen el corazón; fuimos hechos para no cargar nada, por eso si alguien te cuenta un problema rápidamente debes sacártelo de encima, no cargues con las cargas de nadie.

La gente cree que debe contarte para que vos cargues con lo que le pertenece a ellos, pero que vos lo lleves no solucionará nada, por eso Jesús dijo: Venid a mí todos los cargados, tírenme a mí sus cargas, que Yo los haré descansar.

2º Saber que siempre tendré mi revancha.
Dios te dará una nueva oportunidad.

Jesús contó esta parábola: el dueño de la viña fue a contratar obreros para su viñedos a la madrugada, luego a las nueve, volvió a contratar a otros al mediodía y a media tarde, y a las cinco de la tarde también (nadie contrataba a esa hora porque el trabajo era hasta la seis).

Enseñanza: Puede haber pasado las cinco de la mañana, las nueve, el mediodía, los mejores momentos de tu vida, las mejores oportunidades pasaron por arriba, pero ¡tranquilo! Dios vendrá a última hora para contratarte, no te dejará desocupado, te dará otra oportunidad. No te dejará sólo en el negocio que fracasaste, te dará otra oportunidad en la pareja porque te fue mal; esa enfermedad que ha sobrevenido Dios te dará la revancha para que camines en salud.

En Dios nunca es tarde siempre hay una revancha. Inspirate, Dios te la dará.

Tu peor hora en lo natural será tu mejor tiempo espiritual. A la hora menos pensada comenzará una nueva etapa en tu vida.

Mi hijo me abandonó, se fue la juventud, ¡no importa! El aparecerá a la cinco de la tarde y, en esa hora, trabajaré todo lo que no hice. Todo lo que no viví en un día, lo alcanzaré trabajando en una hora para Dios.

En el principio de la Biblia está el Génesis, que quiere decir “principio”, o sea Dios puso en el principio de la Biblia , el principio. En el principio del principio está el capítulo uno, que es el principio del libro, del principio que está en el principio de la Biblia. Y en el capítulo uno, el primer versículo es el uno, que es el principio del capítulo uno, que es el principio, que es el principio del libro el principio que está en el principio de la Biblia. Y en el versículo uno dice: “En el principio…” que es el versículo del principio del capítulo uno, que es el principio del libro Génesis que es el principio de la Biblia y que dice: “En el principio Dios”…

Esto quiere decir que siempre habrá un principio para tu vida, un comienzo y allí siempre estará Dios otorgándote un nuevo comienzo. Por eso la Biblia dice:”En el principio, Dios.”

Esto quiere decir: “Siempre te daré un nuevo comienzo, no importa si has caído volverás a levantarte, te daré la revancha y lo haremos juntos.”

3º Debemos ser expertos en gente desmotivadora.
Si querés vivir motivado, entusiasmado, ferviente, debes aprender a manejar a la gente desmotivadora, al rechazo.

Cuando el dueño de la viña llegó a las cinco de la tarde para contratar a otros, esa gente había sido rechazada cuatro veces: a la madrugada, a las nueve, al mediodía, a la media tarde… pero se quedaron hasta última hora.

Si estás siendo rechazado, seguí sumando hasta que el resultado sea “sí”. El “sí” es la sumatoria de cuatro no. Rechazá el rechazo y alguien te responderá“sí”.

Mandaste muchas veces el CV y no te aceptaron, seguí sumando, a la larga te van a aceptar, porque para los hijos de Dios siempre hay una puerta abierta de su parte.

El 44 % de los vendedores se dan por vencido a la primera visita; el 24 % a la segunda visita o llamada; 14 % a la tercera; 12 % a la cuarta. Es decir el 94 % de los vendedores se dan por vencidos a las tres primeras ventas que fallaron, pero está comprobado que el 60 % de las ventas se realizan después de cuatro rechazos.

Si te dijeron “no”, seguí sumando. El camino del “sí” está pavimentado de varios “no”. Cuando una persona te rechace decí: “Gracias, porque lo único que lograste es sacarme otro “no” de encima, hasta llegar al “sí” que Dios me prometió”.

Hay gente que nos mira mal y nos desmotiva, por eso debemos aprender a manejar a los criticones.

Leí que el principal enemigo del águila son los cuervos, que vuelan detrás de ellas y las chucean; el águila no puede planear fácilmente entonces los cuervos van detrás entonces el águila vuela más alto (llega hasta siete mil metros de altura) y el cuervo no lo logra alcanzarla.

Cuando te critiquen, hacé como el águila, volá más alto hasta que desaparezcan los que critican. Seguí soñando, seguí volando. No vueles a la altura de los cuervos, seguí subiendo, subiendo, subiendo… y los perderás de vista.

Quienes están expuestos a la opinión de la gente deben volar más alto, no discutir con los cuervos; si alguien critica, saber que la critica no está dirigida a vos.

En el rugby americano, por ejemplo, tiran la pelota y los once jugadores restantes empiezan a correr, pero no corren al jugador sino a la pelota, y cuando la suelta ya no lo corre más nadie. No te critican a vos sino al sueño que Dios te dio, por eso te persiguen. Dios puso el propósito como la pelota en tu mano, y te dijo: “Corré, vas a marcar, y no importa que te persigan, no es un problema personal quieren la pelota que tenés.”

Si caminas con zorros aprenderás a aullar, pero si con águilas aprenderás a volar. No trates de ganar el corazón de los críticos, jamás le des explicaciones porque te transformarás en una puerta giratoria.

Jesús dijo: “Entren a una casa y digan: “Paz”; pero si los tratan mal, sacúdanse el polvo del calzado y salgan.”

En el Antiguo Testamento, cuando tomaban un castillo, una fortaleza, los enemigos iban a los muros y tiraban piedras en el manantial -la fuente de agua- porque sabían que si tapaban el acceso del agua, tendría que salir; los encargados de esa tarea se llamaban “taponadores.”

Cada taponador que entre a tu vida, cada critica que se suelte en tu contra, es una piedra que quiere tapar tu manantial; no permitas que corten tu paz, que tapen tu vida, que tapen tu servicio, que te depriman. Mantené tu manantial limpio, dejá que digan lo que quieran, volá más alto; sacudite, seguí adelante, y con la pelota marcá un gol para el Señor.

4º Debo activar hábitos inspiradores.
Si una conducta se mantiene durante veintiún días seguidos se hace hábito. Y un mal hábito no se vence, se reemplaza. Para estar inspirado debo saber qué es lo que me llena y qué, lo que me vacía.

El pastor Wayne Cordeiro, de Hawai, dice que “una persona debe saber que determinadas cosas lo llenan, le hace bien, lo entusiasma.”

¿Qué cosas son esas que llenan tu vida? Leer, salir a caminar, ver una película.

Descubrí qué es lo que te llena y hacé una lista con todo eso. También hacé una lista con lo que te vacía y un balance entre lo que sale y entra; si es más lo que sale nunca estarás motivado. Debes tener un balance de todo lo que entra y sale de tu vida, para no estar desbalanceado.

Supone que hay una varilla que representa tu vida, de un lado colocás el trabajo, y del otro tu familia, y la sostiene un dedo que es tu corazón, el corazón debe hacer el balance. Pero la vida no es así, de a momentos te das cuenta que tu pareja está medio loca, que no te da tanta bolilla, entonces Dios comienza a mostrarte que tu familia necesita más de vos, entonces ya tu corazón no puede estar en el mismo balance, se acerca más a tu familia, no estará en el mismo lugar. En otro momento te das cuenta que tu trabajo es el que se empieza a hundir entonces tenés que acercar tu corazón hacia ahí, equilibrando el balance. Esos son hábitos de inspiración. Primero debes llenar tu agenda con los momentos de descanso.

El Señor me dijo: “Ubicá primero tus descansos, estratégicamente, y luego llená tu agenda con otras actividades.” Mucha gente no está inspirada porque está cansada.

Es como tener pararrayos. Para que el rayo caiga ahí tenés que tener amigos pararrayos, gente entrenada por Dios, íntima que sean en quienes entregar todo lo que te pasa.

5º Ver permanentemente mi recompensa, la cosecha.Cuando una persona mira lo que quiere lograr y si es noble, se inspira. Jesús dijo “ la mies es mucha y los obreros pocos, oren al Señor de la mies para que envíe obreros. ”

La mies es la cosecha. Lo que querés, no es sólo lo que vas a lograr sino mucho más. La cosecha es tu casa, tu trabajo, ese juicio trabado, tu hijo enfermo. Dios te dará más de lo que esperabas, porque dijo que la cosecha no es justa sino mucho más de lo que tenés que aprender. Si ves coches, casas, prosperidad, sanidades para tu vida, vivirás inspirado.

Motivación viene de motiva-acción, hay una acción que me motiva, algo que estoy esperando. “ Alza tus ojos, la cosecha es mucha ”, cuando Dios da, es abundancia.

Jesús dijo: “ Los obreros son pocos ” quiere decir que son pocos los que se dieron cuenta que la cosecha es mucha; pocos son los cristianos que vieron mucha cosecha. La persona que ve su cosecha estará inspirada.

“ Oren al Señor de la mies que envíe obreros ”, la palabra enviar, significa “empujar”. Dios te está empujando para que tomes tu recompensa. La cosecha no la tiene tu jefe, ni tú dinero, ni tu esposo, la tiene el Señor. Tu fuente es Dios, Él tiene tu recompensa, tomá lo que Él te prometió.

Inspirar es soplar. La Palabra de Dios está soplada por Dios, cuando Dios te inspira es porque te sopló. Cuando estás soplado por Dios estás inspirado.

Dios le decía al ejército cuando se enfrentaba al enemigo: “Vencerán porque el enemigo es su cosecha, todo lo que te robó es la cosecha.” Entonces el ejército, antes de pelear, gritaba. ¿A quién le gritaba? A su cosecha. Dios les dijo que gritaran para liberar la fuerza de guerra de adentro de ellos.

Delante tuyo poné lo que esperas, liberá el guerrero, el conquistador que hay en vos, motivate para ver lo grande que viene.

La depresión, la tristeza, es bronca reprimida; el malhumor, suicidio, es fuerza retenida, mal canalizada, porque estaba para tu cosecha; gritá por tu recompensa antes de la batalla y Dios te lo dará.

Dios llamó a Moisés y le mostró una zarza ardiendo que no se apagaba. Moisés la miró una hora, dos, cinco, y se acercó, entonces Dios le dijo: “Te estoy llamando; así como esta zarza que no se apaga, mantendré tu liderazgo, estarás encendido permanentemente, tus ojos no perderán el vigor, tu cuerpo no disminuirá las fuerzas, yo te encenderé,”

Estar inspirado depende de vos.

Nunca culpes a los que no te motivaron, cuidá tu inspiración; una persona inspirada es indestructible.

En los últimos doce años he cuidado mi inspiración de los cuervos, de los no, de lo que entra y sale de mi vida. Este ministerio es de levantamiento, de motivación, de inspiración; no te arriamos, ni levantamos tus emociones para que cuando salgas digas: “quién me ayuda”, soplamos una palabra de Dios para que caiga sobre vos.


En los Juegos Olímpicos, un hombre tenía que entregar la posta a las tres horas en otra ciudad y empezó a correr. A mitad de camino se le apagó la antorcha, pero siguió igual, cuando llegó a destino pasó la antorcha apagada. ¿De qué sirve que llegues al final de tus días con la antorcha apagada? Volvé a encenderla y cuidala. Cuidá tu inspiración, el fuego de Dios en tu vida, para que cuando te vayas con Él lo pases a tus hijos y nietos, en lo espiritual y en lo natural y digas: “ He peleado la batalla” .

Pablo dijo: “ Timoteo, he peleado la batalla, ahora te paso la antorcha, mandá a otros para que sean fieles y lleven el fuego de Dios a los que no lo tienen”.

 

  Volver a los temas de Palabras de Aliento