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"La visión de Eliseo" Por Benny Hinn Eliseo se transforma en un hombre de guerra en el espíritu. Entendía el poder que pertenece a cada creyente, que puede desatar cadenas y abrir puertas. |
Siete pasos previos para recibir la unción de Dios.
Muchas personas oran como Eliseo: "Señor, dame una doble porción de tu unción". Sin embargo, no se dan cuenta de la preparación que involucra para que tal cosa milagrosa suceda. Aquí hay siete cosas que sucedieron en la vida de Eliseo antes de que Dios le permitiera recibir "la doble porción" de unción.
1.- Eliseo
enfrentó al espíritu del enemigo
Elías y Eliseo confrontaron al mismo enemigo y al espíritu de Jezabel. Elías
enfrentó un espíritu demoníaco a través de esta mujer que en una ocasión hizo
que huyera por su vida (1 Reyes 19). ¿Quién es Jezabel? El Señor dijo a la
iglesia de Tiatira: "Pero tengo unas pocas cosas contra ti; que toleras que esa
mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar
y a comer cosas sacrificadas a los ídolos" (Apocalipsis 2:20). Claramente de
esta porción de las Escrituras vemos que Jezabel es el espíritu de inmundicia y
fornicación con el que debemos pelear actualmente. Solamente por la unción ese
espíritu puede ser vencido.
2.- Eliseo
confiaba en Dios
Antes de que Elías fuera llevado a los cielos, Eliseo declaró su lealtad y
devoción a Dios repitiendo estas palabras: "Vive Jehová.." (2 Reyes 2:2, 4, 6).
Nunca recibirá la unción de Dios hasta que aprenda a depender totalmente del
Señor. Eliseo tuvo un modelo de rol maravilloso en el profeta Elías, aquel que
estuvo delante de cuatrocientos profetas de Baal y declaro: "...Jehová Dios de
Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y
que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas" (1
Reyes 18:36). Fue allí cuando cayo fuego y consumió el sacrificio.
3.- Eliseo
aprendió cómo servir
De joven estaba trabajando en un campo, era tiempo de siembra, cuando fue
llamado a transformarse en siervo de Elías (1 Reyes19:19). Venía de una familia
de buena posición después de todo, tenía "doce yuntas de bueyes" (v. 19). Y
Eliseo era, obviamente, un trabajador esforzado ya que su familia podría haber
contratado un siervo para hacer la misma tarea. Arar y orar van mano a mano.
Las Escrituras nos dicen: "...haced para vosotros barbecho; porque es tiempo de
buscar a Jehová.."(Oséas 10:12). En el momento que se comprometió con Elías se
transformó en su siervo, no en su esclavo.
¿Desea la unción? Involúcrese en una iglesia o ministerio y comience a servir. Cuando usted sirve esta sembrando su vida como semilla para una unción que un día será suya. Antes de que Elías fuera llevado en un torbellino a los cielos, Eliseo prometió que nunca dejaría de estar al lado del profeta. Declaró "Vive Jehová y vive tu alma que no te dejare (2 Reyes 2:4). Estaba diciendo: "Mientras que estés ungido, no me apartare de ti".
4.- Eliseo
fue un hombre de fe
En los días finales antes de la partida de Elías se quedo con él más allá de las
objeciones del profeta, mientras pasaban por cuatro lugares, Gilgal, Betel,
Jericó y el Jordán. Cada uno tiene un significado especial. Gilgal es el lugar
donde comienza la fe. Donde el mana ceso y los hijos de Israel tuvieron que
vivir por fe y no por vista (Josué 5). Durante cuarenta años habían visto una
nube de día y fuego por la noche, y mana sobre la tierra. Entonces, se terminó.
Y así es con nosotros. La unción no vendrá a nuestras vidas hasta que comencemos
a caminar en fe.
5.- Eliseo
sabía lo que significaba ser probado
Después, fueron hacia Betel; sin embargo, Eliseo no abandonaba al profeta. Betel
es el lugar de las pruebas y dificultades. Allí es donde Jacob huyó cuando
corría de su hermano. Perdió su familia y comodidad y estaba durmiendo allí con
una roca por almohada. Fue en Betel donde Jacob hizo un voto que si el Señor le
dejaba "...volver en paz a la casa de su padre, Jehová será mi Dios..." (Génesis
28:21). De la misma manera, seremos probados antes de que Dios nos confíe su
unción.
6.- Eliseo
sabía cómo llevar una guerra
Los dos hombres de Dios fueron hacia Jericó el lugar de la guerra. El lugar
donde Josué había peleado su más grande batalla (Josué 6). Eliseo se transforma
en un hombre de guerra en el espíritu. Entendía el poder que pertenece a cada
creyente, que puede desatar cadenas y abrir puertas. Necesitamos darnos cuenta
que "...las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para derribar fortalezas..." (2 Corintios 10:4). Cuando los demonios del
infierno vienen contra usted, manténgase fuerte y declare "No permitiré que
estas cosas me derriben; me quedo hasta que venga la unción".
7.- Eliseo
tenía una visión
Finalmente, viajaron hasta los bancos del río Jordán, donde el Señor probo la
visión de Elías. ¿Era del hombre o de Dios? El profeta le dijo a su siervo:
"...Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti". Eliseo
dijo: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mi (2 Reyes 2:9).
Elías respondió "Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de
ti, te será hecho así más sino, no" (2 Reyes 2:10). En otras palabras, si tu
visión es clara, y tus ojos están en las cosas de arriba, ¡la recibirás! Habacuc
2:2 declara "...Escribe la visión y declárala...".
Hay tres
llaves para que veamos una visión cumplida:
1) Debe ser clara; es decir, no puede estar confusa y llena de preguntas.
2) Debes correr para recibir, es decir que tu vida de oración tiene que
intensificarse. Caminar, es oración... correr, es oración intensa.
3) La visión es para un "tiempo específico". Espéralo. Nunca te rindas.
Su fe es vital para el cumplimiento de la visión. De pronto, el profeta fue
raptado y ¡llevado a los cielos! Una carroza de fuego apareció y, sin embargo,
Eliseo pudo ver con suficiente claridad para tomar el manto que fue dejado.
Camino hacia el mismo río donde había visto al profeta Elías usarlo para separar
el Jordán donde, nuevamente, milagrosamente se dividió (2 Reyes 2:14).